Y Croxatto tenía razón…

Vuelve el tema de la píldora del día después. Según Hernán Corral esta píldora sería abortiva (El Mercurio A3, 31 julio de 2014). Su argumentación es consistente y su  preocupación es muy atendible. Tiene buena información. Sin embargo, hay otra información que merece mucho crédito y que es necesario atender.

La Conferencia Episcopal Alemana aceptó recientemente que una mujer que sufra una violación sea atendida en hospitales católicos y tome la “píldora del día después”. La declaración episcopal afirma: “La Asamblea se ha ocupado … de los aspectos teológico-morales de la administración de la llamada «píldora del día después» a mujeres víctimas de una violación. El cardenal Karl Lehmann (Maguncia), en su calidad de presidente de la Comisión Doctrinal de la Conferencia Episcopal Alemana ha presentado, una vez constatada la disponibilidad de nuevos preparados con principios activos alterados, la evaluación teológico-moral del empleo de la llamada «píldora del día después». El cardenal Joachim Meisner (Colonia) explicó su declaración del pasado 31 de enero de 2013 -de acuerdo con la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Academia Pontificia- así como el trasfondo de la cuestión, que tiene como punto de partida el rechazo de asistencia a una víctima de violación por parte de dos hospitales de Colonia. La Asamblea reitera que las mujeres que son víctimas de una violación reciben, por supuesto, asistencia humana, médica, psicológica y espiritual en los hospitales católicos. Esto puede incluir la administración de la «píldora del día después» partiendo de la base de que sus principios sean no abortivos, sino anticonceptivos”.

En otras palabras, en un caso, el de un abuso sexual contra una mujer, los obispos alemanes aceptan como válido el recurso a una píldora anticonceptiva. No lo aceptarían si todas las “píldoras del día después” fueran abortivas. La aceptan si impide la concepción. Ellos se han documentado. Saben que este fármaco existe. El antecedente inmediato a esta declaración ha sido la opinión del Cardenal Meisner quien, tras ser asesorado por expertos, luego de formarse una opinión sobre la índole no abortiva del discutido fármaco, ha concluido: “Si tras una violación se aplica un medicamento cuyo efecto es evitar una fecundación, entonces desde mi punto de vista es justificable”.

En consecuencia, ha de reconocerse que el Dr. Croxatto tenía razón, al menos desde el momento en que ha sido posible disponer de un tipo de “píldora del día después” anticonceptivo.

Por otra parte, algunos se preguntarán acaso la encíclica Humanae Vitae que no acepta la contracepción artificial sigue vigente. Debe decirse que los obispos alemanes en su declaración no discuten su validez; pero aceptan la posibilidad de recurrir a píldoras anticonceptivas en el caso señalado. ¿También en otros? Nada dicen. ¿Cuáles podrían ser? Hemos de pensar que en cualquier caso en que una persona, enfrentada a un conflicto de valores o de normas, juzgue seriamente, con una conciencia bien informada, lo que conviene hacer como mayor bien o como mal menor.

En este sentido, nada nuevo. Pues la obligación personal de articular norma moral y conciencia moral constituye la doctrina más tradicional de la Iglesia.

Nota: Meisner: http://www.dw.de/cardenal-autoriza-la-p%C3%ADldora-del-d%C3%ADa-despu%C3%A9s-en-caso-de-violaci%C3%B3n/a-16570671

 

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