VIA CRUCIS

COMUNIDAD ENRIQUE ALVEAR (PEÑALOLÉN)

      
PRIMERA ESTACIÓN: La oración de Jesús en el huerto de los olivos.
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Lc 22, 39-44
Comentario: Dios tiene un plan para la vida de Jesús y él hace Su voluntad. Nosotros decimos cada vez que rezamos el Padre Nuestro que se haga su voluntad…pero, ¿actuamos conforme al plan de Dios?
Oración: Señor te pedimos la fuerza del Espíritu Santo, para que, en los momentos de tentación, sepamos descubrir lo que nos pides y tengamos la fuerza para hacerlo.

SEGUNDA ESTACIÓN: Jesús es apresado en el huerto
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Mt 26, 47-50
Comentario: Seamos nosotros amigos leales para todos los que nos entregan su confianza
Oración: Te pedimos fuerza para siempre saber responder a los demás como ellos esperan.

TERCERA ESTACIÓN: Jesús es juzgado por Pilato
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Mc 15, 11-15
Comentario: Cuando nuestro corazón nos indica lo que es correcto y verdadero, por la acción del Espíritu Santo, que tengamos la valentía para actuar.
Oración: Señor, te pedimos mediante el Espíritu Santo que tengamos la claridad para juzgar situaciones y la fuerza para no dejarnos arrastrar por la masa.

CUARTA ESTACIÓN: Pedro niega a Jesús
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Mt 26, 69-75
Comentario: En los tiempos de Jesús y hoy también se dan situaciones donde se nos cuestiona por lo que somos o creemos y como a Pedro nos mueve el temor.
Oración: Señor danos valor para ser fieles a nuestros principios  cristianos, sin importar el resultado.

QUINTA ESTACIÓN: Jesús carga la cruz
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Jn 19, 17-30
Comentario: Muchos se rieron de Jesús al ser presentado por Pilato a la multitud con una corona de espina y un manto púrpura. En nuestros tiempos hay personas que se ríen de otros que son débiles e indefensos, en los colegios y trabajo.
Oración: Te pedimos para que seamos compasivos con nuestros hermanos que sufren. Que no tratemos mal ni hablemos mal de nadie. 

SEXTA ESTACIÓN: Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar la cruz
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Mc 15, 21-22
Comentario: Simón de Cirene, un campesino cualquiera que no tenía nada que ver con el asunto fue obligado a participar en la crucifixión de Jesús, ayudándolo a llevar la cruz. ¿Pudo negarse? No sabía quién era Jesús. Lo importante es que lo ayudó.
Oración: Señor, te pedimos que nos ayudemos unos a otros a cargar la cruz. A veces somos nosotros los crucificados que necesitamos la ayuda de un Cireneo. Otras veces nosotros podemos ayudar a otro a cargarla. Seños, haznos personas solidarias como los primeros cristianos.

SEPTIMA ESTACIÓN: Jesús consuela a las mujeres
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Lc 23, 27-29
Comentario: Jesús siempre tuvo discípulas que estuvieron con él en los momentos importantes. A ellas Jesús les anunció la ruina de Israel, la misma violencia que él sufre, y no hay nada más doloroso que ver sufrir a un hijo, como lo hizo María.
Oración: Señor líbranos de todo tipo de violencia. La  que genera la droga, en los estadios el abuso de los poderosos, la violencia dentro del hogar, entre los jóvenes y hacia las mujeres. Danos Señor tu  amor por la paz.

OCTAVA ESTACIÓN: Jesús es crucificado
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Lc 23, 33
Comentario: Jesús, hombre sencillo que caminó entre los humildes y marginados, sabía muy bien el sacrificio que significaba la cruz. Sacrificio que solo el amor justifica. Como dijo Jesús no hay amor más grande que dar la vida por los amigos
Oración: Señor danos la luz para ver las necesidades de los demás y la claridad para saber cómo ayudar.

NOVENA ESTACIÓN: Jesús no acepta el vino con mirra y es despojado de sus vestimentas
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Mc, 15,22-24 
Comentario: El vino con mirra que le entregaban los soldados calmaba el dolor, Jesús consciente de lo que vivía no acepto atenuar la experiencia del dolor, el dolor de un Jesús que ya estaba despojado de su dignidad, representado por la falta de vestimenta
Oración: Te pedimos Señor que nos des fuerza para aceptar, como Jesús aceptó los dolores de la carne y del alma, y encontrar el sentido en su dolor. 

DECIMA ESTACIÓN: Jesús nos entrega a su madre
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Jn 19, 25-27
Comentario: María acompañó a Jesús hasta el final, hasta lo peor. En la cruz Jesús encomendó a Juan, su discípulo más querido, a su madre. Ella también tuvo necesidad de alguien que la cuidara, como los hijos cuidan a sus madres cuando envejecen y se van quedando solas. También desde la cruz Jesús enseñó a los suyos a cuidarse, acompañarse y a consolarse unos a otros.
Oración: Te pedimos, Señor, que aprendamos a acoger a los que están tristes, a los desconsolados, a los que se quedaron solos, a los viudos, a los ancianos y a las ancianas. Enséñanos a encomendarnos unos a otros, a querernos, a cuidarnos y a estar atentos a dar, pero también a recibir de los demás.

DECIMOPRIMERA ESTACIÓN: Jesús promete su Reino al buen ladrón.
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: LC 23, 39-43
Comentario: Un ladrón maldijo a Jesús crucificado y el otro lo bendijo. Uno quiso utilizar a Jesús para liberarse de la cruz. El otro, el que consideró que merecía la cruz, se aferró a la inocencia de Jesús y confió a él su suerte. A este, al arrepentido, Jesús le prometió el reino. 
Oración: Ayúdanos, Señor, a reconocer nuestros pecados y a arrepentirnos de ellos. Sácanos del rencor, de la amargura y no permitas que maldigamos. Recuérdanos, Señor, que no debemos aprovecharnos de nadie ni siquiera en los momentos más difíciles de la vida.

DECIMOSEGUNDA ESTACIÓN: Jesús muere en la cruz
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Lc 23, 44-46 
Comentario: Jesús habiendo sido humillado y torturado se abandona en Dios entregándose por entero a Él como Padre.
Oración: Señor te pedimos que des esperanzas a los que están agobiados y claman a ti. Perdón por nuestros pecados y escucha nuestras oraciones.

DECIMOTERCERA ESTACIÓN: Jesús es colocado en el sepulcro
Guía: Te adoramos, Señor y te bendecimos.
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Mc 15, 42-46
Comentario: Pilato quiso asegurarse que Jesús había muerto, el evangelista Marcos deja bien claro que Jesús verdaderamente murió y fue sepultado gracias a que hubo un fariseo, José de Arimatea que se preocupó de hacerlo. Jesús compartió nuestra humanidad hasta el final. Jesús fue solidario con los muertos.
Oración: Señor te pedimos que estés presente en el momento de nuestra muerte, y que des consuelo a los que quedan en la tierra.

DECIMOCUARTA ESTACIÓN: Dios resucitó a Jesús de entre los muertos
Todos: Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura: Mc 16, 1-16
Comentario: Dios resucitó a Jesús, el Cristo. Le dio una nueva vida. Por primera vez un hombre, uno de nosotros, gozó la vida eterna. Pero algo más, al resucitar a Jesús, que había sido ejecutado con una pena injusta, Dios que no tolera la injusticia, reivindicó su nombre y su causa. Desde entonces los cristianos creyeron que el Reino que Jesús anunció a los pobres y los pecadores, no había sido una farsa, sino que había comenzado de a poco, con un carpintero, unos pescadores, unas cuantas mujeres y otros más, pero seguiría creciendo hasta el final de la historia.
Oración: Danos Dios de amor una fe tan grande que nos haga ser capaces de ver y sentir, en medio de los hechos de nuestra historia, signos de tu presencia y acción. Mantén unida a nuestra Comunidad y que siga creciendo, que este año de Jubileo sea muy próspero para nuestra Iglesia Católica. Y que, ante las dificultades de la vida, podamos decir: “GRACIAS, Dios Nuestro, porque Cristo Ha resucitado.

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