Virtudes cristosóficas. Ser feliz

Explicación de la virtud

Ser felices no es una obligación, pero es una posibilidad. Tampoco es siempre una posibilidad, pero cuando lo es no hay que desaprovecharla. En este sentido, sí es una obligación ser felices. No hay mejor manera de hacer la voluntad de Dios que coincidir con lo que Dios quiso hacer con las personas al crearlas. Si quiso hacernos felices, empeñémonos en serlo.
Jesús pide a los que son felices que reconozcan que lo son. Y, a los que no lo son, les abre la posibilidad de que lo sean. Hay muchas maneras de ser infelices en la vida. Gran parte de la humanidad está enferma, tiene hambre, no tiene educación, se encuentra abandonada, llora por esto o aquello, perdió a sus amistades o es perseguida a causa de una causa noble. A ellos Jesús les da esperanza. El reino de los cielos será para quienes hoy lo pasan mal. Pero es necesario creer en Jesús. Algún esfuerzo hay que poner para que el reino de Dios se haga realidad.
Las siguientes son las bienaventuranzas.

Lectura: MT 5, 1-1

Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: «Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo.

Meditación

Talvez tú eres feliz. ¿Has caído en la cuenta de por qué? ¿Qué te hace feliz, cuáles son las causas de tu fidelidad, cómo tendrías que agradecer que Dios te ama y te haya dado eso que te alegra la vida? Dios quiere tu felicidad. Él, un día, te hará feliz para siempre. Tu felicidad definitiva se cumplirá cuando hayas muerto y vivas con Cristo.
Talvez tú eres infeliz. Puedes ser infeliz en parte o completamente. Ocurre a veces que nuestro sufrimiento es tan grande que se apodera de nosotros. Somos nuestra pena. Parece como si nada tuviera sentido.
Pues bien, Jesús anunció el reino de Dios principalmente a las personas que tienen alguna razón para pensar que Dios no las quieres, que se ha olvidado de ellas o que solo tiene ojos para algunas. A ellas, Jesús, les dio esperanza.
Y tú, ¿qué podrías hacer para que las promesas de Jesús se cumplan? Lávate la cara. No llores. Oye con el corazón lo que Dios tiene que decirte. ¿Cuál de las bienaventuranzas de Jesús se aplica a tu caso? ¿Cómo puedes tú hacer felices a los demás?

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