Qué pasa, qué nos pasa

Una cosa es qué pasa. Otra, qué nos pasa. Hay asuntos que pueden pasar y da lo mismo. Otros, en cambio, no debieran pasar sin que «nos pasen». Si pasaran así no más, sin afectarnos, sería una mala señal. A veces somos requeridos por personas o acontecimientos que nos exigen definirnos, tomar un decisión, jugarnos la piel.

El cristianismo tiene que ver con lo que pasa y con lo que nos pasa. En realidad tiene que ver con todo. Todo puede ser captado a la luz de Cristo. Pero, en realidad, no es posible comprender cristianamente la realidad si en algún sentido no nos involucramos con ella. La empatía que hace que lo que «pasa nos pase», permite que, en cierto modo, las  cosas «pasen» de esta u otra manera.

¿Será así? ¿Son así las cosas? Creo que una mirada mística de la realidad es posible en estos términos. Ve más quien más se involucra. El Espíritu da a conocer la creación a quienes participan apasionadamente de ella, amándola como Dios la ama.

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